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Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes (León)

Carta del Rector del Santuario


A los miembros de la comunidad de trabajo, a los capellanes, a los miembros de las comunidades religiosas, a los miembros del HNDL, a los voluntarios del santuario.

Queridos amigos, lentamente, el 2021 está pasando factura. El santuario parece casi dormido bajo la nieve, ¡pero es tan hermoso de ver! Y lo sabes, lo que se ve allí no es nada comparado con lo que se vive allí y de eso somos testigos privilegiados, incluso en estos tiempos tan difíciles para todos.

A principios de este año, me gustaría dirigirme a todos y cada uno de ustedes para desearles un muy feliz año nuevo. En los últimos meses nos hemos enfrentado a realidades que habíamos olvidado: la incertidumbre, la vulnerabilidad y la muerte. Estos meses han sido una prueba; el segundo encierro ha sido quizás más doloroso de vivir que el primero, y anhelamos normalidad, vida y alegría. La situación económica de nuestra ciudad y de nuestro departamento con todas las consecuencias que ello tiene sobre las situaciones personales, especialmente para los trabajadores temporerales, son motivo de preocupación y todo ello nos hace sufrir legítimamente. Pero puede ser hermoso este año que viene, aunque las dificultades no desaparezcan con el movimiento dede una varita mágica. Puede ser hermoso porque lo haremos hermoso, cada uno en su lugar para los que nos rodean.

Hoy, pienso en primer lugar en aquellos de ustedes que han sido afectados de una manera u otra por la enfermedad, la muerte de un ser querido, la angustia del día siguiente. Me gustaría decirles cómo la esperanza que apareció en el rostro del niño en la guardería no es una ilusión. ¡Confía en mí! Confía en Dios; es un Padre que ama a sus hijos. Confía en la Virgen Inmaculada, protege a los que la invocan y los rodea con su sonrisa de ternura. Confía en tus amigos: son una ayuda preciosa.

También pienso en todos los que trabajan en la discreción o a plena luz del día, en todos los que están tristes y a veces preocupados por no poder estar en su lugar de trabajo. El trabajo es un componente esencial de la realización humana. En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de decirles que la riqueza del Santuario son todos aquellos que trabajan allí de una forma u otra, en su diversidad, en su complementariedad y en su deseo de servir. Aquí es donde reside nuestra fuerza de resistencia. ¡Nunca desesperes!

Ninguno de nosotros sabe lo que el mañana traerá. Pero puede estar seguro de que los que trabajan en el santuario son la primera preocupación de los que tienen la responsabilidad de él.

Desde hace varias semanas, hemos estado organizando reuniones con directores de peregrinación franceses y extranjeros y otros oradores a través de Internet. Puedo asegurarle que su deseo de venir a Lourdes no ha disminuido, sino todo lo contrario. Todos esperan ver el santuario vibrar una vez más con la oración de los enfermos y los más frágiles, y de las multitudes que vienen aquí de todo el mundo. ¡Ese tiempo vendrá otra vez! No se trata de un eslogan incendiario que les dirijo, sino de una convicción, apoyada por muchos testimonios y anclada en mi fe. Así, a cada uno de ustedes, les deseo de todo corazón un año de esperanza y confianza, de dulzura y luz; un año en el que no nos dejemos tragar por el miedo, sino en el que construyamos el mañana para vivir mejor el momento presente. Le reitero mi devoción y mi fiel amistad.

Monseigneur Olivier Ribadeau Dumas
Recteur du Sanctuaire N-D de Lourdes